lunes, 28 de abril de 2008

Estrés

Cuando saltan las alarmas
Y uno se refugia en las trincheras
Y la única preocupación
Es recogerte
Debajo de tu casco
Para evitar que te alcance la metralla.

Disculpa.

Perdona si mis palabras
Son como obuses sin destino
Si mi mente se vuelve al interior
Y no recuerdo
Ni la risa
Ni el paso de la vida por la ribera
Y al mirarte no te reconozco
Y un segundo
No es más un instante
Sino una vida completa

Discúlpame
Pues en esos momentos
Es cuando más necesito
Tu mano tibia
Recordándome
Que hay todo un valle profundo
En el horizonte
Allí
Delante
Si consigo
Mirar más allá de mis narices.

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