miércoles, 2 de noviembre de 2005

Sonrisa de mujer

Viniste
          aquella mañana
con una hermosa sonrisa
prendida en tus labios
y unos ojos
brillantes de emoción
y de sana hechicería.

Tanto

Que verte fue
como una brisa fresca
en mitad del verano
como un vaso de agua
en la ruta del desierto
como un rayo de sol
alegrando lo más duro del invierno.

Así que
sin quererlo
levantaste mi ánimo
y aliviaste mi alma
como la madre
que arrulla a su pequeño
en una noche de tormenta
Duerme mi niño
Descansa mi bien
descansa.

2-11-05