martes, 3 de julio de 2012

Caminhos

Dígame quién
no conoce
la saudade portuguesa
quién no la
ha sentido alguna vez.
Quién
tras la ausencia
de los días
o el sentir
de un olvidado amor
en en el recuerdo
de los años perdidos
o en el perfume
de una mujer

quién

yo diría

quién

en el fondo de su melancolía
no ha sentido
alguna vez
ese tono
de dulce melancolía
esa veta amarga
ese sabor
como a posos de café.
Dígame entonces quién
no se acurrucaría a ritmo de fado
viendo caer la lluvia
tras los cristales
con esa dulce
amarga melancolía.
Dígame quién
no conoce
la saudade portuguesa,
quién no la ha sentido
alguna vez.

3-7-12