viernes, 11 de junio de 2010

Sin ti

Hoy
tengo
uno de esos días
en los que necesito
tu cabello en mi rostro
mi mano en tu mano
el calor de tu mirada
el plácido
cálido abrigo
de tu abrazo
y tu amor
escudándome
del mundo
y de mí mismo.
Pero no puede ser.
No de momento.
No ahora.
No hasta que encuentres
el sendero
cuajado de estrellas
que te conduzca
hasta la aurora
de nuestra relación.
¡Cuándo será
Dios mío?
Me había jurado
no volver a escribir.
También me juré
no volverte a querer.
No ha podido ser.

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