miércoles, 7 de mayo de 2008

Vocaciones

El concierto
es de tangos
es normal
entonces
que aparezcan
lágrimas y desgarros
y una profundidad
sin tregua
que me sume
en mis quebrantos.
Desgraciadamente
tengo tantos
o así lo siento
por la tensión
por el cansancio
y surge
otra vez
la pregunta
¿Merece la pena?
Gastar mi vida
tras un sueño
desgastarme
desfondarme
hasta el colapso
hasta el desencanto.
La vocación
se renueva
día tras día
Según rehago
la pregunta
mi cabeza
ya se vaivenea.
Merece la pena.
Lo que no sé
es hasta dónde
ni sé
hasta cuando.

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