Yo soy
aquel quien
a todos acoge.
Yo soy
el eje
el centro
el ancla
el que siempre está.
Aquel a quien
todo el mundo
mira bien
aquel con el que todo
el mundo quiere hablar.
aquel que escucha
aquel
con el que todas
las personas están.
Hasta el momento
en el que salen
por la puerta
y las alcanza
mi olvido
y yo me siento
como el pobre muñeco
lleno de polvo
y abandonado.
Soy como el circo
que llega a la ciudad
miro
veo las fieras
y a los payasos
¡Qué bien!
Salgo por la puerta
¡Qué bien!
y sacudo el polvo de mis pies.
¿Quién tiene
cariño para el pobre payaso?
Se queda ahí
quitándose el maquillaje
triste y olvidado
sin nadie que
le saque a bailar.
Todo el mundo ríe con él
¿quién le hará
reír a él?
Y así una persona
y otra y otra.
Y así me siento yo
sólo bueno para trabajar
como una mula
sacando las cosas adelante
sin tiempo
atrapado
y a distancia mantenido
porque ¿quién quiere
hacer reír al payaso?
Apestado.
Nadie del circo
me quiere sacar.
Me siento un enfermo
del que la gente
se aprovecha
-como siempre
en mi vida-
chupando mi luz
y mi calor.
Bueno para nada,
cada vez más desolado
y perdido.
¿Quién tiene
cariño para mi?
Cualquier día
de estos
digo que me voy
a por tabaco
y no vuelvo.
¡Vaya mierda!
Está claro.
En esta asociación
la madre soy yo.
11-4-19
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