Me abraso
y me cierro
como una ostra
para que el fuego
no me consuma
y me calcine
hasta la última
ceniza de pesadumbre
y de pena.
Me abrasan
las preguntas
¿por qué?
¿Por qué no ha
podido ser?
Me abrasa quererte
todavía
y no poder
permitírmelo.
Me enciende la
oportunidad perdida,
el camino recorrido
en balde
y la serenata inacabada
de tus lamentos.
Pero es curioso
me abrasa
el querer y no poder
pero las dudas, no.
Esas sí que no.
14-1-18
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