martes, 19 de mayo de 2009

A Mario Benedetti, al día siguiente de su muerte

Ahora que somos
un poquito
más huérfanos
más híspidos
más solitarios.
Ahora que somos
como niños
sin madre
como lirios en maceta
como enamorados
sin abrazos.
Ahora que
se nos ha muerto
el poeta
como tantas
otras generaciones
antes de la nuestra
han sufrido
tamaño desarraigo.
Ahora
digo
ahora
que sólo
nos quedan
tus palabras
que te has ido Mario
padre, madre, hermano
que te has marchado
sin ver los cambios
y aún así
yo deseo
ausente de resabios.
Ahora Mario
que sólo
nos quedan
tus palabras
y un fulgor
como de lucha
y un clamor
como de muchedumbre
y un fervor
de nuevos conversos
contra quién sabe
qué herejía.
Ahora
que somos
un poquito
más huérfanos
y un tanto
menos sabios
recibe nuestro
adiós
Mario amigo
y un
muchas gracias
agradecido
y un
¡ole tus huevos!
enardecido
y una lágrima
furtiva
que ha caído tímida
en el entarimado.

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