martes, 8 de julio de 2008

Una inmensa calma

Una inmensa calma.

Nada más
que decir
hasta la
siguiente duda
hasta la
siguiente crisis
hasta la
siguiente náusea.

Ahora me refugio
en una inconsciente
inmensa calma
ya sea
de corazón
de derrota
elegida
o de resignación

Esa inmensa calma
que abrillanta el sol
que endulza el aire
que muestra
ese inmenso vacío
que queda
tras la batalla.

Esa sonrisa
de circunstancias
esa tendencia
al retiro
monigote caído
no quedan
palabras
no quedan
suspiros
se perdió
el arrojo
se perdió
y se ha ido.

Sólo esa
mirada perdida
de silencio
en la barra
de un bar.

Nada entiendo.

Cada vez
menos pido.

Una inmensa calma.

Aún sigo vivo.

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