viernes, 21 de marzo de 2008

León

¡Ay mi León!
Paseo lentamente
por tus calles
y derroteros
y un caudal
de nubes
se derrama
de mi interior
y en mi mente
ronda
un aguacero.
¡Ay mi León!
Paseo por tus calles
y el niño
que un día fui
se adueña
otra vez de mi
y de mis sueños.
Recorro tus calles
en pantalón corto
y mirada
de niño ingenuo.
¡Ay de mi!
¡Ay León!
¡Cuántas cosas
quedaron en el camino!
¡Cuántas
recogí
de las cunetas
de los caminos
de las buenas gentes
de sueños
y desvelos!
¡Ay de mi León!
Que camino
por tus calles
con un ojo atrás
al niño que fui
y otro adelante
al futuro
que quisiera fuese
y quizá no sea
del futuro que
ansío
del futuro
que no llega
y presiento
no será.
¡Ay mi León!
Ese niño que fui
ese niño perdido
recorrerá eternamente
tus calles
apasionadamente
infantil
lleno
de dignidades.
Contigo fui feliz.
Siempre serás
para mí
ese momento
del alma
mis primeros albores
mis primeros amigos
mis primeros amores
las primeras decepciones
¡Ay mi León!
¿Quién sabe
si algún día
te volverás a cruzar
en mi camino?
21-3-08
San Martín de Rubiales
en recuerdo del último fin de semana en León

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