sábado, 24 de noviembre de 2007

Forjadores de sueños

A todos nosotros, que estamos alumbrando de nuevo un mundo nuevo.

Más allá
del mar y las montañas
más allá del desierto sin tiempo
más allá del desamparo
y del desaliento
más allá del fragor
de las tinieblas

se alza

un bosquecillo de personas
mujeres y hombres
pequeños como arbustos
repletos de vida cotidiana
y de maravillosa insignificancia.

No os engañe
su paso de hormigas
ni sus minúsculas manos
ni su mirar diminuto
ni su pequeño andar
Que no os engañe.
Fijaos más bien
en sus ansias.
Fijaos en sus ansias
de avanzar y seguir avanzando
de superar el mar
el viento
la montaña
y marchar rasgando la tiniebla
sordos a su fragor
de sombra mala
en su deseo de alcanzar un sueño
que fraguan
día sí           noche también
y aletea en sus corazones
en un instante sin tiempo
repleto de sabiduría y alma
poderoso y eterno.

Es a vosotros
caballeros sin armadura
corsarios de la verdadera venganza
plateros de un tiempo cansado
de la injusticia
de su esencia rematada.
Es a vosotros
Forjadores de sueños
que hacéis posible
lo irreal
que aviváis el fuego
de un futuro
que quisieran no existiese
que por soñar
soñáis
hasta en contra
de la propia esencia del hombre.
Es a vosotros
ronin de la madrugada
que fraguáis la bienvenida
a esa aurora
que reconstruye la tiniebla
y la anula
y la olvida
y la vuelve un rumbo nuevo.
Es a vosotros
que os canto
cuando os llaman locos
los cuerdos
que no se atreven
o no saben soñar
y se resignan
y conforman
a una vida mortal.

Seguid.

Seguid
con la infinidad
de mundos posibles
que pueden
existir al mismo tiempo.
No os llamaré Quijotes,
pues no lo sois,
pues no veis gigantes
sino molinos
y hacéis real
lo irremplazable.
Y por soñar
hasta soñáis
un sueño que se alce
y alumbre
cuando hasta se agote
este hermoso sueño.

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