domingo, 6 de mayo de 2007

Mirando un dibujo de Raquel


Una noche de luna
menguante,
un lago
y allá un castillo,
una nube juguetona,
unos lirios
y un narciso
con cara tierna
y necesidad de cobijo

Melancolía
                      dijiste.

Pero yo he visto
melancolía en el narciso,
romanticismo en la luna
y la nube,
el paso del tiempo
en el castillo,
serenidad en el agua
y alegría juguetona
en los lirios

¿Quién sabe?
Quizá veía
melancolía de amor
en el narciso
melancolía
de miradas perdidas
de miradas soñadas
y no alcanzadas
de miradas queridas
en las noches
en las que la luna
juega al escondite
con las nubes.

Melancolía
de tiempo
quizá del vivido
quizá del que se
aposenta
como un huésped molesto
y nos va rellenando
de polvo gris
y de sustento.

Melancolía
de los momentos serenos
centrados
vistos
y entrevistos
en los que la vida
es un fluir
de viento lento
y el mundo
parece discurrir
exclusivamente para ti.

Melancolía
de la alegría
del juego
del momento
de la travesura
de la amistad
del desliz
y la aventura
de sentir
la vida en verde
y en verde vivir.

Una noche de luna
un lago y al fondo
un castillo
y un sentimiento claro
precioso           preciso
y tras las estrellas
más al fondo
           tú
con el corazón en una mano
y una lágrima escarchada
de luna azul
rodando por tu mejilla.

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