Me duele tanto
no entenderte
no entendernos
que no me entiendas
que no lleguemos.
Duele tanto
cuando es otro
mi deseo.
Ese regusto amargo
de mi boca
y de mis tripas
cuando se atraviesan
las palabras
y no se encuentran
o no dicen
o se dicen
y provocan
un interpretación
de trementina
y desespero.
Ese regusto amargo
de hablar y callar
para no entendernos.
Cuando es otro mi deseo
cuando mi deseo sería
saber que estás
y yo estoy
cuando realmente
me importa
lo que piensas y sientes.
¡Quedan tan pocos
hombres y mujeres buenos!
Duele querer
y no llegar.
Duelen los deseos.
Quizá si empezamos
de nuevo…
Hola, me llamo Jesús
y soy
a pesar de mis límites
o quizá por ellos
en esencia
un hombre bueno.
22-8-06
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