martes, 22 de agosto de 2006

Incomprensión

Me duele tanto
no entenderte
no entendernos
que no me entiendas
que no lleguemos.
Duele tanto
cuando es otro
mi deseo.
Ese regusto amargo
de mi boca
y de mis tripas
cuando se atraviesan
las palabras
y no se encuentran
o no dicen
o se dicen
y provocan
un interpretación
de trementina
y desespero.
Ese regusto amargo
de hablar y callar
para no entendernos.
Cuando es otro mi deseo
cuando mi deseo sería
saber que estás
y yo estoy
cuando realmente
me importa
lo que piensas y sientes.
¡Quedan tan pocos
hombres y mujeres buenos!
Duele querer
y no llegar.
Duelen los deseos.
Quizá si empezamos
                        de nuevo…
Hola, me llamo Jesús
y soy
a pesar de mis límites
o quizá por ellos
en esencia
un hombre bueno.
22-8-06

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