viernes, 12 de agosto de 2005

Enamorado de la vida

Cien veces he muerto
y otras tantas
he vuelto a la vida.
Pero con cada muerte
un trocito de mi
se volvió piedra
y un frío de quietud
me fue vaciando
y un polvo de ángel marchito
se ha ido posando
en la comisura de mis arrugas
y en el devenir de mis días.

El veredicto
está en la palabra dicha
en la mirada escarchada
en la mano extendida
y al amar
el mismo amor
levanta la brisa
y en un susurro
se aventa el polvo
de las arrugas y de los días
y el corazón aletea
verde al verde
viento alado
de la sinrazón de una sonrisa.

Cien veces he muerto
y otras tantas
he resucitado.
Por amor viví
y al vivir
he muerto
un poquito cada día
y en mi amor
siempre en mí
me hice eterno
aunque la muerte
se me acerca
un poquito cada día
y me alcanzará
                    pobrecilla
muerte perdida
enamorada del amor
y por el mismo amor
enamorada de la vida.
12-8-05

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