jueves, 17 de septiembre de 1998

El viejo y querido camino

Es tan conocido
el viejo camino,
que el recorrido
no despierta en mí
ningún sentido,
ni en él ninguna queja.
Sólo de vez en cuando,
se cae la cotidiana venda
y el querido
y viejo camino
se presenta
con esplendor de juventud.
Y en vez de viejo
parece vivo
y estalla de color
y de detalles,
de pájaros
y de luciérnagas,
de nubes
y de luz.
Son tan conocidos mis pasos,
mis pensamientos,
mi mirada
y hasta mi respiración.
Me es tan conocida mi vida
que no despierta
en mí ni un rastro
de rebelión o ingratitud,
ni una sola mirada
a la luz que me llama cada segundo.

Me soy tan cotidiano
y chabacano
que mi vida es
sólo un viejo
y querido camino
repleto de luz.
17-IX-98

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