domingo, 15 de marzo de 1998

Hombre dividido que se mira a sí mismo

Soy el hombre sentado en dos sillas.
Soy el que cabalga en dos caballos a la vez.
Soy aquel que viaja de cara y de espaldas a un tiempo.
Soy aquel con el corazón en dos latidos.

Soy este y soy aquel
y temo por mí.

Temo caerme de las sillas.
Temo que me despedacen los caballos.
Temo viajar hasta quedar en ninguna parte.
Temo que mi corazón se pare en el silencio
eterno entre uno y otro latido.

Yo soy este.
Yo soy aquel.
Yo y mi miedo.

Y al final, ¡qué importa!
El sol luce maravilloso
y ancho en los campos de Castilla,
aunque sea desde las ventanillas de un tren.
15/3/98

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